Empoderamiento económico | 28 de noviembre de 2019
Juntando monedas y voluntades nació hace diez años “Manos que trabajan para ser bendecidas”, un grupo de ahorro local en el Distrito de Tumaco conformado por 18 mujeres y un hombre, quienes trabajan en “minga”, donde son lazos de amistad y comunidad los que posibilitan desarrollar una actividad por un bien común, permitiéndoles convertir este espacio en una excusa para su esparcimiento.
Cada 15 días se reúnen y ponen en práctica lo aprendido durante todo su proceso con Fundación PLAN, a través del Programa Liderando por la Paz, donde compran acciones, pagan deudas, hacen préstamos, y bajo la filosofía de que el dinero siempre está en movimiento, han obtenido beneficios muy por encima de lo que plantean los Grupos de Ahorro y Crédito Local, GACL.
Ejemplo de ello es la venta de quesos, chorizos y carne serrana, que adquieren con préstamo del fondo de ahorro, el cual regresa junto con las ganancias de los productos luego de su venta, “también hacemos una rifa cada 15 días donde las integrantes aportan $10.000, de ese dinero recogido se le da $100.000 a quien gana y $90.000 queda en el fondo de ahorro común, y así lo repetimos 19 veces hasta que todas ganamos”, comenta Ágata*.
Otra acción desarrollada es la celebración de fechas especiales como el Día de la madre, Amor y Amistad, y recientemente, la celebración de los cumpleaños para lo que cada una debe dar $20.000; del total de dinero recogido se le dan $300.000 a la cumpleañera para la compra de una joya en oro, y $80.000 quedan guardados para la fiesta de integración que realizan al finalizar el año.
Se han atribuido la funcionalidad de caja de empeño, haciendo préstamos de dinero a cambio de joyas con un interés de 2%, “ir a empeñar a la prendería, que es al 10%, o lo que pido prestado a la gente del pago diario con intereses de hasta el 20%, tiene cobros muy excesivos, entonces con esto nosotras nos beneficiamos”, asegura Yolanda*.
Desde 2008 Fundación PLAN ha trabajado por el fortalecimiento económico de mujeres en los departamentos de Nariño, Valle de Cauca y Chocó; actualmente desarrolla esta labor con su programa “Liderando por la Paz”, financiado por el Gobierno canadiense en asocio con la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Victimas UARIV.
Y como resultado del trabajo desarrollado durante todo este tiempo, se espera alcanzar resultados como este donde la transformación de la comunidad es evidente: “A mí me ha servido demasiado esta actividad de Fundación PLAN, gracias a ellos conocimos de los grupos de ahorro y luego nos capacitaron. Yo he invertido gran parte de mis ahorros en mi casa, o también uso el dinero para enviarle a hija que está en la universidad.” Cuenta Camila*; por su parte Juana* considera que: “ha sido una bendición, yo tengo una hija enferma y siempre lo que ahorro o los préstamos que hago son para su salud y cuando he tenido alguna calamidad el grupo me ha ayudado”, en muestra de solidaridad.
Un grupo social
El contexto social que afrontan los territorios del Pacífico colombiano para estas personas no es indiferente, es por esto que adicional a las actividades propias de los grupos de ahorro local, ellas y ellos aprovechan sus encuentros para discutir temáticas que afectan a la comunidad en la que habitan, planteando posibles soluciones a las necesidades de sus territorios. “Nosotros no hacemos parte de la Junta de Acción Comunal, pero sí nos reunimos y pensamos qué podemos hacer para luego acudir a la Junta y entre la comunidad resolver los asuntos; lo último que hicimos fue entre todos recoger dinero para arreglar el piso de la caseta comunal porque tenía filtración de agua”, comenta Perla.
Fundación PLAN le apuesta a este tipo de estrategias para incidir en la construcción de paz, brindándoles a todas las personas participantes la posibilidad de ser parte del sistema financiero del país, y que las mujeres, especialmente aquellas que han sido víctimas del conflicto armado, puedan adelantar procesos de empoderamiento mediante la adquisición recursos propios, traducido en el diario vivir en la posibilidad de tomar sus propias decisiones y superar ciclos de dependencia económica.
*Se han cambiado los nombres de personas participantes por motivos de seguridad.