#PLANENACCIÓN | 21 de Abril de 2020
Los mitos y tabúes que rodean la menstruación en Colombia llevan a situaciones de exclusión para las niñas y adolescentes. Muchas chicas, por lo tanto, tienen una visión negativa de la menstruación. A menudo sienten que tienen que ocultar el hecho de que están menstruando para evitar el ridículo, la vergüenza y la discriminación. En tiempos de la pandemia del COVID-19, esto puede tener un impacto negativo en la vida de las niñas y adolescentes.
En algunas zonas rurales de Colombia, existe aún la creencia que la menarquia o primera menstruación marca el comienzo del periodo fértil de las mujeres, lo que lleva a muchas personas que comparten el entorno familiar con las niñas y adolescentes a pensar que ellas están listas para quedar embarazadas, ocuparse de las labores domésticas o casarse.
De acuerdo con los anterior y dadas las condiciones de vulnerabilidad, factores sociales y culturales que existen en los territorios, la pandemia del COVID-19 está reforzando aún más estos mitos y tabúes en torno a la menstruación en los hogares, lo anterior hace que no exista la suficiente confianza para pedir elementos de higiene para el manejo de la menstruación.
De igual forma, la disminución de ingresos genera en las familias más vulnerables desabastecimiento e imposibilidad para las niñas y adolescentes de acceder a elementos de higiene para el manejo de la menstruación, a esta situación se suma que las familias no tienen la información suficiente, porque no recibieron información sobre ello o porque ha sido una forma de control de la sexualidad de las niñas y adolescentes.
En algunos casos, muchas niñas y adolescentes están enfrentando su primera menarquia y no cuentan con la información y elementos necesarios. El acceso y la disponibilidad de productos de higiene menstrual como (toallas higiénicas desechables o reutilizables, tampones, copas menstruales, u otros) en las comunidades son a menudo un privilegio sólo para aquellas con ingresos discrecionales.
Ante este escenario que viven muchas de las niñas y mujeres jóvenes de las comunidades más vulnerables de Colombia, contar con los recursos necesarios para enfrentar la emergencia y darle un manejo adecuado a las Higiene menstrual en tiempos del COVID-19 se convierte en un asunto de primera necesidad.
FUNDACIÓN PLAN trabaja por que las voces de las niñas y mujeres sean escuchadas y puedan ejercer sus derechos libres de cualquier tipo de violencia, sin embargo, en tiempos de la pandemia del COVID-19 la situación de alta vulnerabilidad de las niñas y adolescentes se incrementa y el riesgo de poder ejercer sus derechos sexuales y derechos reproductivos asociados a los servicios de agua, saneamiento e higiene con relación al mano de la menstruación se ven amenazados.
Es así como la pandemia del COVID-19 debe hacernos reflexionar en la importancia del acceso oportuno al agua potable para poder garantizar durante la menstruación, el hábito de lavado de manos antes y después de hacer cambio de los elementos de higiene necesarios y adecuados.
Es vital que amplifiquemos la voz de las niñas y que fortalezcamos su liderazgo a través de la crisis para mitigar los riegos que implican estar en cuarentena.
“Cuando llegué a mi primer período, eso fue muy trágico, tenía 12 años y no tenía los conocimientos que tengo hoy en día, también viví con personas mayores y cristianos a los que no les gusta tocar este tipo de temas. De hecho, llegué a mi casa muy manchada, porque cuando tuve el período estaba en la escuela y la profesora no me dejaba ir al baño, así que puedes imaginarte cómo fue mi reacción”. Chica de Cartagena. (Particecha, 2019)
Como ellas, muchas niñas y adolescentes necesitan ayuda, información y elementos de higiene para el manejo de la menstruación. Con tu donación lograremos garantizar acceso oportuno a toallas higiénicas desechables o reutilizables, tampones, papel higiénico, jabón para el cuerpo y jabón íntimo incluye la posibilidad de cambiarse de ropa interior.