Educación. | 21 de abril de 2022
La educación Integral: un aliado contra la xenofobia, bullying y la discriminación.
Por: Ángela Anzola de Toro, Presidenta Ejecutiva Fundación PLAN.
Cuando decimos la Educación No Puede Esperar, no solamente hacemos alusión al derecho de la niñez y adolescencia a recibir –en un contexto educativo- la formación necesaria, sino también a propiciar un ambiente integral sin importar su nacionalidad, género o condición.
Por eso ha sido tan importante, la respuesta en educación del proyecto, pues nos ha permitido llegar con metodologías coherentes y sensibles culturalmente a los diferentes contextos en los que hacemos presencia las organizaciones del consorcio. Partimos de trabajar por conocer las necesidades de la niñez migrante para, así, fortalecer los procesos de enseñanza y aprendizaje, facilitar su tiempo de tránsito o estancia en Colombia y, en igual medida, fortalecer las condiciones sociales y comunitarias en donde ellas y ellos habitan.
En este proceso desarrollamos con las organizaciones aliadas la promoción de espacios que incentiven la educación integral, en donde aportamos a la prevención de actos de discriminación, violencia, bullying o xenofobia, además de brindar información y herramientas para que las comunidades puedan afrontar estas situaciones y acudir a las entidades responsables.
La pandemia por el COVID 19 generó afectaciones en las dinámicas del contexto educativo y ahondó las problemáticas ya existentes en los territorios, más de 10 millones de niñas, niños, adolescentes y jóvenes en Colombia vieron interrumpidas sus rutinas escolares, esto según el Ministerio de Educación Nacional. Adicionalmente en el proceso de retorno gradual a la presencialidad se presentaron nuevos retos exigiendo a las comunidades educativas responder a solicitudes que no estaban previstas.
La educación debe verse como un “proceso de formación permanente, personal, cultural y social que se fundamenta en una concepción integral de la persona (…)”, esto, según la Ley _General de Educación (Ley 115 de 1994). Es decir, debemos reconocer la educación como un elemento transversal en los diferentes espacios y momentos que componen la vida de una persona y es debido a esta premisa que, tanto Fundación PLAN como las demás organizaciones vinculadas al consorcio, estamos haciendo frente y trabajamos por fomentar una mirada integral en la formación de seres humanos sensibles.
Entender la educación como un aspecto integral incluye el desarrollo de todas las capacidades del individuo y estas se relacionan con el mundo que le rodea, es necesario que se cuente con habilidades cognitivas, físicas, socioemocionales, psicomotoras y lingüísticas para fortalecer el desempeño en las áreas personal, social, laboral y cultural. Todo esto de acuerdo con las y los sujetos, sus realidades, contextos y sobre todo sus capacidades y ritmos como principio para la inclusión y calidad educativa.
Desde Fundación PLAN nos hemos comprometido por generar escenarios inclusivos, al desarrollar actividades de nivelación escolar, cuando acompañamos mediante ciclos educativos a cientos de niñas y niños que están fuera del sistema, al adecuar las aulas de clase y mejoramos las unidades sanitarias de las instituciones o cuando hacemos incidencia para gestionar cupos escolares.
De esa misma manera, uno de los temas en los que enfocamos esfuerzos en el marco del proyecto es la inclusión de la niñez y adolescencia con discapacidad, por medio de apuestas para la atención y vinculación de sus familias de manera adecuada y sensible.
Implementar estos ejercicios en las distintas zonas en las que trabajamos de la mano con las comunidades nos ha permitido, por un lado, mirar de frente las heridas que generan los actos discriminatorios, las brechas sin sentido que crean los casos de xenofobia y los abismos de poca empatía que ocasiona el bullying; y por el otro lado, hemos visto que de manera unida se puede contribuir a una solución, en la que junto a muchas personas, podamos sobrepasar estas barreras que solo ponen distancias entre seres humanos.
Lo anterior debe partir siempre de la base de que cualquier tipo trabajo, no resuelve per sé estos puntos, debemos tener vivos dos componentes claves: la convivencia y las habilidades socioemocionales promovidos a través del juego, el deporte y la participación continua de la comunidad.
Un ejemplo de cómo promovemos el desarrollo de estas habilidades para la vida, son las cartillas pedagógicas, las cuales utilizamos para la generación de espacios lúdico-pedagógicos que buscan promover el auto conocimiento, la comunicación asertiva y la empatía, siendo estos, pilares fundamentales para ayudar a las niñas y los niños a entender el acoso como una forma de violencia. Con cuentos, narraciones creadas y dramatizadas, juegos de roles, de preguntas y tradicionales, buscamos que la niñez y la adolescencia puedan reflexionar alrededor de la identificación y el manejo de las emociones, el respeto tanto a sí mismos y mismas como hacia las demás personas para continuar mitigando el acoso escolar, los actos de bullying, de discriminación y xenofobia a lo largo y ancho de los territorios.
Les invitamos a todas las personas, organizaciones y demás actores significativos a que le apostemos al poder transformador de la educación.
Discrimination.
By: Ángela Anzola de Toro, Executive President Fundación PLAN.
When we say Education Cannot Wait, we are not only referring to the right of children and adolescents to receive – in an educational context – the necessary training, but also to foster an integral environment regardless of their nationality, gender or condition. This is why the project’s response in education has been so important, as it has allowed us to reach the different contexts in which the consortium’s members are present with coherent and culturally sensitive methodologies. We start by working to understand the needs of migrant children in order to strengthen the teaching and learning processes, facilitate their transit time or stay in Colombia and, to the same extent, strengthen the social and community conditions where they live. In this process we develop with partner organizations the promotion of spaces that encourage comprehensive education, where we contribute to the prevention of acts of discrimination, violence, bullying or xenophobia, in addition to providing information and tools so that communities can deal with these situations and turn to the responsible entities.
The COVID 19 pandemic affected the dynamics of the educational context and deepened the problems already existing in the territories; more than 10 million children, adolescents and young people in Colombia saw their school routines interrupted, according to the Ministry of National Education. Additionally, in the process of gradual return to face-to-face education, new challenges were presented, requiring the educational communities to respond to requests that were not foreseen.
Education should be seen as a “process of permanent, personal, cultural and social formation that is based on an integral conception of the person (…)”, this, according to the General Education Law (Law 115 of 1994). That is to say, we must recognize education as a transversal element in the different spaces and moments that make up a person’s life and it is due to this premise that, both PLAN Foundation and the other organizations linked to the consortium, we are facing and working to promote a comprehensive view in the formation of sensitive human beings.
Understanding education as an integral aspect includes the development of all the capabilities of the individual and these are related to the world around him/her, it is necessary to have cognitive, physical, socioemotional, psychomotor and linguistic skills to strengthen performance in the personal, social, labor and cultural areas. All this according to the subjects, their realities, contexts and above all their capacities and rhythms as a principle for inclusion and educational quality.
At Fundación PLAN we are committed to generating inclusive scenarios, when we develop school leveling activities, when we accompany hundreds of children who are out of the system through educational cycles, when we adapt classrooms and improve the sanitary units of the institutions or when we advocate to manage school quotas.
In the same way, one of the issues on which we focus our efforts within the framework of the project is the inclusion of children and adolescents with disabilities, through the attention and involvement of their families in an adequate and sensitive manner.
Implementing these exercises in the different areas where we work hand in hand with the communities has allowed us, on the one hand, to look squarely at the wounds generated by discriminatory acts, the senseless gaps created by cases of xenophobia and the lack of empathy caused by bullying; and on the other hand, we have seen that together we can contribute to a solution, in which together with many people, we can overcome these barriers that only put distances between human beings.
The above must always start from the premise that any type of work does not solve these points per se, we must have two key components alive: coexistence and socioemotional skills promoted through play, sports and continuous participation of the community.
An example of how we promote the development of these life skills are the pedagogical primers, which we use to generate playful-pedagogical spaces that seek to promote self-learning, assertive communication and empathy, these being fundamental pillars to help children understand bullying as a form of violence. With stories, created and dramatized narratives, role-playing, questioning and traditional games, we seek that children and adolescents can reflect on the identification and management of emotions, with respect to themselves and others to continue mitigating bullying, acts of bullying, discrimination and xenophobia throughout the territories.
We invite all individuals, organizations and other significant stakeholders to invest in the transformative power of education.
