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Karla, una deportista por la igualdad y la paz

Así vivo el COVID | 6 de Agosto de 2020

Entre los estereotipos de género más comunes está el que las mujeres no han desarrollado las mismas capacidades y habilidades que los hombres para entrenar deportes en los que predominen la fuerza corporal y la agilidad, como es el caso del futbol.

Si esto lo llevamos a cifras, encontramos que “a nivel del Deporte Asociado tenemos 2 mujeres en el Comité Ejecutivo del Comité Olímpico Colombiano sobre un total de 11 miembros, de las 53 Federaciones Deportivas sólo 7 mujeres están como presidentas. En cuanto al Comité Paralímpico Colombiano, de 5 Federaciones 3 están dirigidas por mujeres” explica Aurys Espinel, Presidenta de Asociación Colombiana de Mujer y Deporte en entrevista para la página Transparencia para el Deporte.

Sin embargo, para sorpresa de muchas personas, si existen grupos deportivos femeninos que rompen con estas creencias y motivan a que las demás niñas, adolescentes y mujeres jóvenes los practiquen sin ver su género como un limitante.

Desde Fundación PLAN a través del Programa Liderando por la Paz implementado en asocio con la Unidad para la Atención Integral para las Victimas UARIV y financiado por el Gobierno de Canadá, se desarrolló una estrategia pedagógica llamada ´Deportes por la Igualdad para la Paz´, una apuesta en la que partir de la metodología “Futbol 3” se fortalecen las relaciones humanas al derrumbar estereotipos y roles de género. Karla, ha sido una de las participantes de Buenaventura más activas de este proceso, una adolescente de 15 años, quién tras su paso por el Programa ha reforzado su liderazgo como capitana de un equipo de rugby, su deporte favorito.

Karla cuenta que el “Futbol 3” propone conformar equipos mixtos en los que se rotan las y los participantes, también cuenta con un mediador en cada equipo y no hay árbitros, además la niña o el niño más pequeño debe marcar el primer gol e independientemente de qué equipo anote cada gol, ambos deben de celebrar. Todo en una dinámica de juego limpio, igualdad y una buena convivencia; dichos aprendizajes la han motivado para continuar entrenando rugby.

Cuando decía que quería jugar rugby me decían que era para hombres y hasta mi mamá tenía miedo porque pensaba que era muy fuerte para mí”, comenta Karla. “Yo creo que todas las mujeres hemos vivido esos estereotipos y hemos sido juzgadas por lo que nos gusta, nuestra forma de vestir o también somos discriminadas por ser mujeres, y en mi caso, además por ser negra.

No obstante, su madre ha podido cambiar su percepción sobre los deportes de fuerza al ver el comportamiento de Karla que favorecen la convivencia, “a ella le gustaba mucho el deporte, inicialmente me decía que iba a participar en rugby, me mandaba fotos y yo pensaba que era muy fuerte para ella, pero ella me decía que no y yo la seguí apoyando porque veo que adquirió mucha agilidad, fuerza y destreza. También en el proceso con Fundación PLAN se ha vuelto más comunicativa, no le da miedo hablar ante el público, ni de abordar los temas y nos enseña a la familia sobre toma de decisiones y responsabilidad”, comparte Yanensi Portocarrero, madre de Karla.

En su relato Karla menciona que antes de pasar por el proceso, era una persona que le gustaba discutir sin tener argumentos de peso, pero ahora tiene las habilidades para desarrollar debates basados en el diálogo y explicar con paciencia a las personas que tienden a tener un tono agresivo. “Yo a veces juzgaba mucho a las personas por la manera en que actuaban o se vestían, ponía etiqueta de estereotipos y al cambiar eso ya tengo una mejor convivencia con las demás personas que antes se molestaban y se generaban problemas.”

Ella es una adolescente que en su hablar evidencia un conocimiento y pensamiento crítico en temas de roles de género, participación y de derechos los cuales ha puesto en práctica al momento de motivar a sus compañeras. “Me ayudó para motivar a las chicas cuando me decían que no iban a jugar y que tenían miedo porque los chicos jugaban más duro y eran más veloces entonces yo le explicaba que no, para que se atrevieran más y dejaran el miedo porque el rugby es un deporte fuerte pero no tiene nada que ver si eres hombre o mujer”, explica Karla quién sueña con ser selección Colombia en rugby.

Con su equipo iniciaron los entrenamientos durante los primeros meses del 2020 para participar en los juegos intercolegiados, pero tuvieron que suspender debido a la emergencia sanitaria producida por el COVID 19. Fue entonces que decidieron realizar actividades propias de manera virtual para hacer ejercicios y no perder su estado físico. La disciplina de este grupo de adolescentes y mujeres jóvenes puede contribuir en el cambio de sus realidades, su manera de vivir, derrumbar estereotipos y en ser referentes para futuras generaciones.

Karla tiene claro su postura frente a las personas que juzgan la participación de mujeres en deportes fuertes, “yo les digo que ya dejen caer las barreras, porque somos una generación distinta que quiere romper todos los estereotipos, luchar por nuestros derechos y hacer lo que nos gusta”, afirma mientras comenta que por ahora ella y su madre continúan en el proceso de formación virtual que se ha habilitado desde Fundación PLAN, a través del programa Liderando por la Paz, para que sus participantes y familiares se mantengan informados en temas de interés y así favorecer la cultura de paz a partir de la buena convivencia y resolución de conflictos durante la pandemia.

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