Construcción de paz | 28 de febrero de 2020
Compromiso, trascender, derechos y liderazgo fueron algunas de las cualidades destacadas por las y los participantes del Programa Liderando por la Paz durante la rendición de cuentas realizada en la Universidad del Valle – Sede Pacífico en el Distrito de Buenaventura, Valle del Cauca.
“Participar en Liderando por la Paz me ha permitido entender que las personas jóvenes debemos pensar en el futuro de forma colectiva para alzar nuestras voces y ser partícipes de la construcción de nuestro territorio”, aseguró Laura, una joven participante del proceso de la Ruta de Influencia Juvenil de este municipio.
A través de juegos y metodologías artísticas fue mostrado el recorrido que ha atravesado el Programa en sus tres años de implementación, periodo en el que ha vinculado a más 44 mil personas a procesos de fortalecimiento institucional, empoderamiento económico, ciudadanía para la paz y entornos protectores, con el objetivo de aportar a la resiliencia y construcción de paz en este municipio.
“Agradezco el compromiso de Fundación PLAN para que las jóvenes alcemos nuestras voces y contribuyamos a la construcción de paz en nuestras comunidades”, resaltó Valentina, participante del proceso de formación para la participación en una de las IE ubicada en un sector bonaverense crudamente azotado por la violencia.
A la fecha, “el Programa ha contribuido a que el porcentaje de jóvenes con iniciativas de negocio se ubique en 38.9 por ciento y a que aumente 28 puntos porcentuales la percepción de satisfacción de las personas víctimas en relación a la atención de las instituciones del Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas”, aclaró Gabriela Luna, gerente del programa al mencionar que “durante el diplomado “Por las rutas de la paz” fueron fortalecidos los conocimientos de las y los servidores públicos para brindar una mejor atención a la población víctima”.
El impacto de estas iniciativas en las comunidades es evidente y se refleja en las más de 65 mil personas víctimas del conflicto armado vinculadas a los diferentes procesos desarrollados en los departamentos de Chocó, Valle del Cauca y Nariño.
“Me he formado en derechos, ahora los conozco y he entendido la importancia de luchar por ellos. Comprendo que existen desigualdades especialmente para las niñas, niños, adolescentes y jóvenes, por eso pocas veces nos tienen en cuenta para la toma de decisiones” manifiesta Jackson, al reflexionar sobre el aporte de Liderando por la Paz para su vida.
En este sentido, los esfuerzos del último año de implementación estarán encaminados hacía la sostenibilidad “queremos generar estrategias claras que permitan que las personas participantes den continuidad a los diferentes procesos que se han generado durante estos 3 años entendiendo que nuestro hilo conductor seguirá siendo el enfoque transformador de género”, enfatizó Luna.
De esta manera, Lina, que hace parte de la Ruta de Influencia Juvenil y que ha vivido de cerca el avance de este programa que es financiado por Canadá, destaca que ahora comprende por qué la igualdad de género debe ser una realidad en su región.
“Nosotras, como mujeres afropacíficas, debemos empoderarnos sobre las decisiones que se toman en nuestros territorios. Tenemos la responsabilidad de alzar nuestras voces y de ser partícipes en cada uno de los espacios que nos competen como ciudadanas”.
Vale la pena destacar que los resultados de Liderando por la Paz, son producto de la suma de esfuerzos, ya que es implementado por Fundación PLAN en asocio con la Unidad para las Víctimas y cuenta con aliados estratégicos en cada uno de los departamentos donde tiene presencia. En este caso, la Universidad del Valle puso a disposición sus instalaciones para el desarrollo del evento como muestra de su compromiso con la construcción de paz, a través de la pedagogía del juego.