Apenas escucha cómo el niño se ríe de ella, reacciona: “Luisito, respete. ¡No sabrá jugar su mamá, ah!”. Supuse que era lógico: el niño acababa de decirle a Yuliana Salcedo (15 años) que ella no sabe jugar fútbol. Lógico ver que un niño le diga a una niña que no puede hacer algo.
Apenas escucha cómo el niño se ríe de ella, reacciona: “Luisito, respete. ¡No sabrá jugar su mamá, ah!”. Supuse que era lógico: el niño acababa de decirle a Yuliana Salcedo (15 años) que ella no sabe jugar fútbol. Lógico ver que un niño le diga a una niña que no puede hacer algo.
En el municipio de Clemencia (Bolívar), como en la mayor parte del país, todavía lo es.