Pedimos urgentemente a los gobiernos que actúen ahora.
Todos los días vemos mentiras y estereotipos sobre quiénes somos y sobre cómo debemos comportarnos. Se manipulan videos e imágenes con el fin de avergonzarnos. Vemos datos falsos sobre la vacuna contra la COVID-19. Y vemos cómo las mujeres lideresas, nuestras modelos de conducta, son socavadas con rumores y teorías conspirativas.
La información falsa nos hace dudar de nuestro valor. Daña nuestra salud mental. Afecta nuestra confianza en la política. ¿Y lo más importante? Nos impide alcanzar nuestro potencial.
Este problema crece a diario, en especial, desde que la pandemia nos impulsa a vivir en línea.
¿Ahora mismo? Nos toca lidiar con esto por nuestra cuenta.
Pedimos urgentemente a los gobiernos que nos eduquen a nosotras, y a toda la niñez, en la alfabetización digital. Las niñas necesitan distinguir lo que es verdadero de lo que es falso. Y todas las y los jóvenes deben ser capaces de cuestionar la información y comprobar los hechos antes de compartirlos. Esto es de suma importancia.