Empoderamiento Económico | 14 de noviembre de 2019
Las escasas oportunidades educativas y económicas que tienen las personas jóvenes en la región nortecaucana y la presencia de fenómenos asociados a la violencia en el territorio, hacen que las ciudades capitales como Cali, Popayán o Bogotá se conviertan en referentes para cumplir el sueño de la juventud por tener oportunidades laborales o productivas y encontrar un lugar para cumplir su proyecto de vida. Sin embargo, la historia de quienes deciden partir no siempre es la más afortunada y cientos de ellos cada año terminan alimentando la economía informal en las calles y nutriendo las invasiones que se dan en la periferia de las ciudades, con todas las problemáticas que ellas envuelven.
Esta dramática situación de las personas jóvenes y en especial la falta de oportunidades que en este segmento de la población tienen las mujeres, inspiraron desde el año 2017 el interés de la Unión Europea, la Fundación PLAN y CETEC para desarrollar el Proyecto “Mejoramiento de la capacidad de emprendimiento, generación de ingresos, asociatividad e incidencia de los y las jóvenes rurales del norte del Cauca y Sur del Valle del Cauca” – Jóvenes Rurales, de la mano de 25 asociaciones de productores campesinos de la región y su organización de segundo nivel ARDECAN – Asociación Gremial Regional para el Desarrollo Campesino Nortecaucano.
Mediante una propuesta alternativa a las respuestas tradicionales de la cooperación, el proyecto planteó el ingreso de jóvenes a las asociaciones veredales campesinas para lograr su inserción al modelo socio productivo que por más de 30 años ha permitido que cientos de familias campesinas sobrevivan en condiciones justas a través de la producción y comercialización de sus productos.
El trabajo impulsado de manera sostenida en Caloto, Caldono, Buenos Aires, Santander de Quilichao y Jamundí durante los últimos tres años, ha permitido que se brinde una oferta integral que incluye asistencia técnica, acceso a capital de trabajo y formación específica en oficios productivos, acompañadas de la generación de competencias sociales para construir relaciones más igualitarias entre hombres y mujeres, desarrollar procesos de participación y movilizar acciones comunitarias.
Algunas características del modelo productivo
- Las personas jóvenes participantes han ingresado a las asociaciones veredales campesinas, las cuales hacen parte de ARDECAN.
- Mediante fondos de capital semilla financiados por el proyecto, acceden a los recursos para la inversión de sus proyectos productivos. La devolución de los recursos a las asociaciones permite que nuevos jóvenes y campesinos se beneficien con el acceso a recursos. De esta forma, los recursos de donación logran la capitalización de las organizaciones veredales.
- La Fundación para el mercadeo del campo, FUNDEMERCA, es la comercializadora propiedad de ARDECAN, encargada de gestionar y cumplir los acuerdos comerciales con empresas y cadenas de supermercados, definiendo con las asociaciones precios y cantidades de compra.
- Los participantes del proyecto se benefician de alianzas productivas existentes, asegurando la venta final de su producción y márgenes de ganancia por encima del promedio del mercado.
- Algunos de los aliados estratégicos más importantes con los que cuenta el proyecto son: Almacenes La 14, Cargill Bucanero, Almacenes Superinter, Levapan SA, Almacenes Éxito, Supermercados Cañaveral, Altromercato – Italia, Federación de Cafeteros. Así mismo, importantes proveedores como Casa Agrícola, han permitido establecer acuerdos de comercialización, compra y suministro de insumos para garantizar condiciones de rentabilidad para los jóvenes y sus familias.
Mujeres pisando fuerte
La participación de las mujeres jóvenes en el proyecto ha generado un gran dinamismo en la actividad productiva de la región, haciendo posible que haya un reconocimiento y valoración en sus comunidades por la actividad desarrollada.
Desde Jóvenes Rurales se han venido dando avances en el desarrollo de estrategias para el fortalecimiento de la equidad de género al interior de las asociaciones, promoviendo una mayor participación de mujeres, brindando formaciones en empoderamiento y apoyando la realización de iniciativas que fortalezcan su liderazgo. Así mismo, se han propiciado talleres para la reflexión acerca de las barreras y oportunidades en la construcción de relaciones igualitarias.
“El proyecto me ha ayudado a crear mi proyecto de vida para mí y para mis hijos, me ha fortalecido en habilidades blandas y lo más importante, es que me ha ayudado a crecer en conocimientos y en liderazgo porque las mujeres debemos pensar en capacitarnos. También he podido fortalecer mi proyecto productivo, yo estoy produciendo caña panelera y eso va a fortalecer la economía de mi familia y mi liderazgo”, comenta Ana Yency una de las participantes en el Proyecto.