Acción Humanitaria | 11 de febrero 2021

Vivimos realidades paralelas con diversos cambios entre el campo y la ciudad. En las ciudades las niñas y niños y adolescentes (NNA) están viviendo la realidad de la pandemia, el regreso o no a clases, el agobio por el encierro, estrés, sin contar con las dificultades económicas que muchas familias están sobrellevando.

Mientras tanto, en las poblaciones rurales de algunos territorios colombianos el panorama cambia, sumado a muchas de las problemáticas anteriores por el covid-19, muchas NNA viven en medio de un contexto de conflicto armado, bastante preocupante, ¿no creen? ¿qué pasa con sus sueños y emociones?

Acompañamos a muchas poblaciones ubicadas en la costa pacífica. En esta misión humanitaria compartimos con más de 100 NNA del poblado de Roberto Payán, un municipio ubicado en el departamento de Nariño a más de 240 kilómetros de su capital San Juan de Pasto.

“Es muy divertido aprender por medio de juegos, porque puedo ponerlos en practica al momento de compartir espacios que tengas derechos humanos con mi familia y amigos, esto me ayudar a poder cumplir mi sueño de ser futbolista, porque con estas actividades sé cual es la forma correcta de actuar frente a diferentes espacios” Trini, una niña que acompañó la actividad.

Aprender jugando en medio del conflicto.

Nuestro propósito como Fundación PLAN desde el Consorcio MIRE es implementar actividades lúdicas e innovadoras, de manera que podamos trabajar junto a las comunidades temas como la gestión de emociones, derechos la niñez, mensajes claves para el fortalecimiento de la resiliencia, entre otros.

Ese ha sido nuestro reto, por eso el equipo de profesionales de PLAN, creó unos juegos llamados “La Mochila de Lalia”, un conjunto de actividades entretenidas, como “el Árbol de Problemas” para ayudarles a afrontar sus problemas en medio de la adversidad, o un Concéntrese para comprender los derechos que tienen todas las NNA, y una escalera para reconocer posibles riesgos a los que están expuestos y hacerles frente.

“En el árbol de problemas aprendí que debo compartir con la familia y los demás, creo que puedo poner mucho de eso en práctica para mi vida. Cuando sea grande quiero ser piloto, y para eso necesito estudiar mucho, mucha concentración y ponerle amor a mi sueño.” Catherine.

Creemos que el mejor PLAN que pueden tener las NNA es creer en sus sueños y trabajar día a día por hacerlos posibles, superando las crisis y saliendo adelante.