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30 lideresas por la paz de Buenaventura

Construcción de Paz | 2 de octubre de 2020

Empoderamiento, resiliencia y esperanza son características que identifican a las Reeditoras por la Paz. Un colectivo de 30 mujeres lideresas que trabajan en la construcción de paz con las niñas, niños, adolescentes y jóvenes de Buenaventura. Igualmente, son participantes del programa Liderando por la Paz de Fundación PLAN, en el cual han fortalecido el desarrollo de movilizaciones sociales a favor de los derechos humanos de la población víctima del conflicto armado con la que principalmente trabajan.

Entre los temas movilizadores están: el autocuidado, la sanación y los tipos de violencia contra la mujer, los cuales se abordan en fechas conmemorativas tales como el Día Internacional de la Mujer, Día de la No Violencia, entre otros espacios en los que resignifican las situaciones que afectan a estas poblaciones, alzando sus voces, pues cuentan con una gran experiencia en el trabajo comunitario.

Algunas de las Reeditoras también han sufrido hechos victimizantes, pues han perdido familiares a causa de la violencia que ha provocado el conflicto armado en el territorio colombiano. Justamente esa es la razón que las convoca a manifestarse, a pronunciarse y a trabajar con la niñez y juventud bonaverense para que crezcan con conocimientos de sus derechos y aporten en la construcción de paz en su ciudad.  “A mi esposo lo mataron en el 2007, yo quedé con mis niños muy pequeños, fui profesora, madre, líder social, y así sucesivamente. Hay muchas de nosotras que estamos dando todo por nuestro territorio y queremos que nuestros niños, niñas, adolescentes salgan adelante, conozcan sus derechos, sepan hacerlos respetar y sepan cuáles instancias deben de recurrir cuando sean violentados”, comparte Johana Perea*

Por su parte, Ana García comenta que además de ser víctimas, varias de las lideresas también han sido testigos de diferentes tipos de violencias y maltrato infantil dentro de sus profesiones. “Algunas trabajamos en un ámbito donde las personas han sido vulneradas, abusadas y en muchos casos violentadas fuertemente, ese fue uno de los intereses que tuvimos nosotras como mujeres de organizarnos para visibilizar el sufrimiento, no para victimizarlos; sino para enseñarles sus derechos, respeten a los demás y los repliquen con sus pares.” afirma Ana.

Las Reeditoras son mujeres fuertes, aguerridas, con un espíritu de lucha determinante en sus actividades de movilización, se preocupan por el rescate de las tradiciones de la cultura Pacífica y por reconocer los saberes aprendidos de sus ancestras; a quienes admiran por ser sus referentes de resiliencia y el servicio a la comunidad. “Nuestras referentes son nuestras ancestras, aquellas matronas que conocemos dentro de nuestras comunidades, que salieron adelante y eso le estamos llevando a las nuevas generaciones para que ellas aprendan como persistir y nunca desistir.” Menciona María Flores*

El aislamiento producido para prevenir el COVID-19 también ha afectado el desarrollo de los ejercicios de movilización durante el 2020, por lo que han tenido que buscar alternativas para hacer escuchar sus mensajes. Sin embargo, las circunstancias no han frenado sus intenciones y por el contrario se han incentivado a aprender sobre diferentes herramientas digitales que les permita llegar a más audiencias.  Sumado a lo anterior, los múltiples hechos recientes de violencia que se han evidenciado en el país, en los que personas jóvenes han sido víctimas; las ha motivado a pronunciarse en el Día Internacional de la No Violencia a través de un manifiesto que se proyecta en un video acompañado de sus rostros y el mensaje #NoMásViolenciaSistemática.

Las Reeditoras por la Paz alzan sus voces para exigir mayor severidad ante los casos de asesinato que han ocurrido en el país y hacia todo acto que vulnere los derechos humanos de las personas.

El apoyo de Fundación PLAN hacia las Reeditoras por la Paz se desarrolla a través del programa Liderando por la Paz, el cual se implementa en asocio de la Unidad para la Victimas y es financiado por el Gobierno de Canadá.

Nombres adaptados por protección*

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